Correo 39 publicado el 8 Septiembre 2013

FLORECIMIENTO DE EXTRAORDINARIAS PRIMERAS MISAS EN FRANCIA, ITALIA, CROACIA…



La fiesta de San Pedro y San Pablo, que sigue siendo la misma en el calendario litúrgico de Pablo VI que en el tridentino (29 de junio) y marca el fin del año académico en los seminarios, se ha convertido, desde hace medio siglo, en la fecha habitual de las ordenaciones, que antes tenían lugar en las misas de los sábados de cuatro témporas, litúrgicamente indicadas para ello. Por lo tanto, el mes de julio es el mes de las primeras misas de los sacerdotes recién ordenados.


A menudo, estas primeras misas son una ocasión para que los noveles sacerdotes de los institutos Ecclesia Dei puedan celebrar en iglesias cerradas, por lo general, a la forma extraordinaria. Tal fue el caso, por ejemplo, este año en la catedral de Velletri, al sur de Roma, donde celebró el Padre Masssimo Botta, que acaba de ser ordenado para la Fraternidad San Pedro. Además, gracias a esta tradición, los nuevos sacerdotes eligen la forma extraordinaria para su primera misa, cada vez con mayor frecuencia, como hizo el Padre Manuel González, uno de los cinco nuevos sacerdotes de la arquidiócesis de Toledo (España), lo que demuestra que la generación Summorum Pontificum es una realidad que se enriquece año tras año.


I –  UNA «PRIMICIA» EN CROACIA

Entre las primeras misas que cabe mencionar este año, nos gustaría destacar la celebrada el domingo 30 de junio, en Zagreb, por el recién ordenado padre Marko Tilosanec, lo que representa un verdadero acontecimiento. Nacido en 1986, el padre Tilosanec estudió en el seminario de Zagreb y fue ordenado para la diócesis de Varazdin, diócesis sufragánea de la arquidiócesis de Zagreb. La diócesis de Varazdin, erigida en 1997, cuenta con más de 160 sacerdotes que se ocupan de un centenar de parroquias: a diferencia de lo que ocurre en los distintos países de la Unión Europea a la que se acaba de unir, en Croacia el catolicismo aún es fuerte, pese a que el porcentaje de practicantes del 90% de católicos del país, es apenas superior al 15% (recordemos que en Francia no supera el 4%).

La forma extraordinaria es casi desconocido en Croacia. La Fraternidad San Pío X no mantiene una celebración regular y sólo hay una aplicación dominical semanal del motu proprio Summorum Pontificum en todo el país, la de Zagreb, justamente la que recibió al padre Tilosanec para su primera misa.




Dado que la jerarquía eclesiástica es muy «conservadora» y poco favorable a la forma extraordinaria del rito romano, el padre Tilosanec sólo pudo celebrar una misa cantada en una capilla relativamente exigua. Los fieles, en su mayoría de la misma edad del sacerdote (25-30 años), habían preparado un librito de misa con una explicación sobre la originalidad de la misa tradicional: la posición ad orientem del celebrante, el tono de la voz, las oraciones al pie del altar y las del ofertorio, la actitud de los fieles, la comunión distribuida en la boca, etc. La opinión unánime fue que todo transcurrió de óptima manera. Agreguemos un detalle conmovedor: era la primera vez que esta comunidad, que goza de la aplicación dominical y semanal del motu proprio Summorum Pontificum desde febrero de 2011 en difíciles condiciones, asistía a una misa con incienso.

Como nos confió uno de los participantes de esta primera misa del padre Tilosanec: «Mientras que los políticos croatas festejaban el ingreso de Croacia en la Unión Europea, nosotros celebrábamos en la iglesia San Martín algo que nos unía mucho más profundamente a Europa y a todo el mundo católico».




II –  PRIMERAS MISAS EN FRANCIA

En Francia, corresponde señalar este año la primera misa en forma extraordinaria de un joven sacerdote diocesano en los Pirineos. Y otra en Versalles, donde el padre Guillaume Dupont, flamante sacerdote, celebró su primera misa el 1º de julio en Notre-Dame-des-Armées. Así, la diócesis de Versalles cuenta con otro sacerdote idóneo. Esperemos que se le permita satisfacer uno de los muchos pedidos de aplicación del motu proprio que aguardan respuesta en la diócesis.

De manera discreta, el motu proprio ha ido madurando, por así decir, en los seminarios: hace algunos años, los nuevos sacerdotes «restauradores» vestían la sotana para su primera misa; hoy celebran una misa en forma extraordinaria. Por otro lado, es probable que el fenómeno se acentúe el próximo año, dado que los futuros sacerdotes, promoción 2014, serán jóvenes ingresados al seminario en 2007, cuando apenas se acababa de publicar en julio el motu proprio de Benedicto XVI. La generación motu proprio avanza.