Correo 116 publicado el 5 Mayo 2022

MARC OUELLET,
¿EL CARDENAL QUE SUEÑA CON SER EL PRÓXIMO PAPA?


La revista Golias acaba de publicar, con la firma de Gino Hoel, un retrato corrosivo del cardenal Marc Ouellet (Golias-Hebdo n° 718-Semana del 28 de abril al 4 de mayo de 2022, pp. 16-17). Este artículo, muy del estilo y las preocupaciones de esta revista católica de extrema izquierda, nos ha incitado, sin embargo, a buscar más información sobre este prelado canadiense. Por ello, hemos pedido a nuestro amigo Paul Grondin, corresponsal de Paix Liturgique en Canadá, que nos diera su opinión sobre los elementos brindados por el artículo, de carácter muy acusador, publicado por Golias-Hebdo, un artículo que se puede leer, con autorización de su director, haciendo clic en el siguiente enlace:


Paix Liturgique – Estimado Paul, usted conoce a Monseñor Marc Ouellet…

Paul Grondin – Como la mayoría de los quebequenses, de quienes fue arzobispo de 2003 a 2010.

Paix Liturgique – Entonces, si lo conoció como arzobispo, ¿qué respondería a las acusaciones de Golias contra él con respecto a su breve episcopado en Quebec?

Paul Grondin – Las manifestaciones vertidas en el artículo son evidentemente caricaturales. Honra al arzobispo haber defendido la moral católica, haber participado en las marchas por la vida, haber apoyado la educación religiosa en las escuelas. Pero contrariamente a la apreciación de Golias, Mons. Marc Ouellet no era, y los hechos lo han demostrado, un conservador muy estricto, lo que me hubiera gustado… En realidad, se ha convertido en un adversario acérrimo del derecho a la liturgia tradicional. En cambio, el artículo tiene razón cuando dice que Marc Ouellet ha sido un conservador al modo de un apparatchik. Digamos que siempre ha querido hacer carrera… para el mejor servicio de la Iglesia, ¡por supuesto! No es el primero ni el último en la Iglesia, sobre todo actualmente. Pero su historia muestra que como tal, siempre ha mostrado una seria dosis de oportunismo.

Paix Liturgique – Tal vez es usted un poco severo…

Paul Grondin – No creo. Con Juan Pablo II, fue un sostén indefectible del pontífice y de su política a favor de la familia, lo que lo propulsó a altos cargos. Se convierte en hombre de la Curia, por cierto muy moderado, con Benedicto XVI. Y luego, con el advenimiento de Francisco al trono de Pedro, se transforma en el más bergogliano de los bergoglianos, a su modo, no totalmente bergogliano, al distinguirse de quienes han permanecido fieles a una defensa intransigente de la moral familiar, y convirtiéndose en un violento opositor de la Comisión Ecclesia Dei, herencia ratzingeriana por excelencia. El personaje Marc Ouellet sólo se comprende bien si se considera este carácter cambiante, como una veleta que lo caracteriza, no grosero, sino talentoso, me atrevería a decir. Y también con una gran capacidad de cultivar resentimientos (si no fuera sacerdote, se diría, odios) irreductibles.

Paix Liturgique – ¿Podría dar un ejemplo de estas «variaciones»?

Paul Grondin – Recuerde ésta a la cual acabo de aludir: en contra los cardenales más tradicionales, Burke, el difunto Caffarra, su enemigo, tomó el partido de defender la encíclica Amoris lætitia en términos muy alejados de las convicciones que le atribuye Golias cuando explica que juzgar Amoris lætitia «sobre la única base de una nota al pie de página que significaría una ruptura con la tradición eclesial» es «francamente simplista, incluso excesivo».

Paix Liturgique – ¿Esto se debe a que, como dice Golias, quisiera convertirse en papa?

Paul Grondin – En primer término, porque quiere seguir siendo prefecto de Congregación el mayor tiempo posible. Y a partir de allí, ubicarse como lo hace desde el pontificado de Benedicto XVI, como papabile. En este punto, para mí, Gino Hoel acierta.

Paix Liturgique – ¿Y usted piensa que él actúa en esa dirección?

Paul Grondin – Sin dudas, pero, para su desgracia, no es el único… Sin embargo, es preciso que esto sea pronto, porque tiene 78 años y más allá de los 80 años, aunque en principio sea cardenal elegible, de hecho, no podría ser elegido. Como muchos, es muy consciente del fracaso profundo del pontificado de Francisco, lo cual es una oportunidad suplementaria para un bergogliano no enteramente bergogliano. Pero al mismo tiempo, debe conservar su proximidad con el papa, en particular, para disponer de suficiente influencia para los nombramientos episcopales y para hacer actuar al papa como lo ha hecho en el asunto de las religiosas dominicas del Espíritu Santo.

Paix Liturgique – ¿Qué piensa usted del asunto de estas religiosas francesas?

Paul Grondin – ¿El artículo de Golias insiste demasiado sobre las «relaciones privilegiadas» entre el cardenal y la religiosa (Madre María de la Asunción), una “intelectual” que ha tomado el control de la congregación fundada por el Padre Berto en Pontcallec? Quienes conocen bien el asunto dicen que los discípulos de Hans Urs von Balthasar que son el cardenal y la religiosa reproducen la relación intelectual y espiritual intensa que vinculó al teólogo von Balthasr y a su amiga mística e inspiradora teológica Adrienne von Speyr. Prefacio de su tesis por el cardenal, religiosa chófer y asistente, promocionada como “experta” en el simposio romano sobre las vocaciones, abierto por el mismo papa, todo esto no tiene nada de pecaminoso, pero es desordenado desde el punto de vista intelectual, y yo diría, oportunamente desordenado en el clima actual de «reconocimiento del papel de la mujer en la Iglesia».

Paix Liturgique – ¿Qué hay sobre esta tesis prologada por el cardenal?

Paul Grondin – Para resumir, el objetivo de la Madre d’Arvieu consistía en rehabilitar el tomismo del padre de Lubac contra el tomismo desviado, que es, según la religiosa, el de los tradis de todo tipo. El resultado no está a la altura de su ambición intelectual, a juzgar por la recesión de la tesis por Iacopo Costa publicada hace poco en el boletín de historia de las doctrinas medievales de la muy erudita Revue des Sciences philosophiques et religieuses (año 2021- tomo 105, páginas 142 a 150), cuya lectura recomiendo a todos los que estén interesados por esta historia.


Paix Liturgique – ¿Por qué recomienda esta lectura? 

Paul Grondin – Porque esta recensión desinfla seriamente las competencias teológicas de la religiosa inspiradora del cardenal, de su simposio y por qué no… del próximo pontificado.


Paix Liturgique – Pero, sin embargo, en este asunto de Pontcallec, Marc Ouellet ha tenido el apoyo del Papa.

Paul Grondin – Más que eso: está claro que el cardenal es el redactor de este sorprendente «pedido de perdón» al papa de las religiosas de Pontcallec, donde critica con dureza el trabajo de la Comisión Ecclesia Dei que con anterioridad había resuelto la crisis de la comunidad en un sentido que disgustaba profundamente a la Madre María de la Asunción. En definitiva, es ella quien hace decir al papa que hubo «deficiencias de ciertas instancias de la curia pontificia», es decir, la Comisión de Mons. Pozzo, arguyendo «que el acompañamiento que tuvo el Instituto desde el comienzo de su pontificado no ha sido siempre adecuado» y que hoy el mismo papa sería quien estaría «preocupado por asumir la responsabilidad».

Es preciso tener presente que una parte de este asunto es litúrgico. Las religiosas desautorizadas (y algunas echadas) por las maniobras del cardenal son las más fieles a la liturgia tradicional.

Paix Liturgique – ¿Qué quiere decir con esto? 

Paul Grondin – Quiero recordar que el cardenal Ouellet tuvo un papel importante en la preparación de Traditionis custodes, con el cardenal Secretario de Estado, con los cardenales Versaldi et Stella. Y con respecto a un punto en especial. Usted debe saber que el papa ha justificado Traditionis custodes con base en los resultados de una encuesta sobre el balance de la aplicación de Summorum Pontificum que la Congregación para la Doctrina de la Fe envió a los obispos del mundo entero. Pero sin duda usted sabe también que los resultados de dicha encuesta fueron deformados, manipulados, traicionados y que se utilizó un trabajo que la Congregación para la Doctrina de la Fe había constatado finalmente que era muy favorable a Summorum Pontificum, para hacer creer, al contrario, que el episcopado del mundo entero consideraba que su aplicación era un fracaso, tal como quería hacerlo creer el documento publicado por la Conferencia Episcopal francesa que ustedes publicaron en su momento (ver: Lettre de Paix Liturgique  780). 

Paix Liturgique – ¿Y piensa usted que Marc Ouellet es uno de los autores de esta manipulación?

Paul Grondin – Uno de los autores, no sé, sobre todo porque el papa tuvo acceso a los resultados de la encuesta analizada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero sin duda alguna, crítico virulento de la síntesis preparada por la CDF, y por lo tanto, cómplice al más alto nivel de todos los adversarios rencorosos de la liturgia tradicional que rodean al papa, en particular, en la Secretaría de Estado. Pienso que los cardenales que están a la expectativa y muy perplejos deberían pedir transparencia y exigir la publicación de los resultados de la encuesta…

Paix Liturgique – ¿Pero esta transparencia sería nefasta para el proyecto «pontificio» de Marc Ouellet? 

Paul Grondin – En el supuesto de que sea en serio, porque no es el único en la línea de partida. El verdadero peligro es que los resentimientos del cardenal Ouellet lo lleven a poner toda su influencia para impedir, en el próximo cónclave, una pacificación eclesial, y en especial, una pacificación litúrgica.