Correo 52 publicado el 17 Diciembre 2014

¡BIENVENIDO CARDENAL SARAH, NUEVO «MINISTRO DE LITURGIA» DEL PAPA FRANCISCO!

Después de una larga reflexión, el papa Francisco ha designado, finalmente, al cardenal Robert Sarah, de 60 años, como sucesor del cardenal Cañizares al frente de la Congregación para el Culto Divino. El cardenal Sarah, antiguo obispo de Conakry, en Guinea, una de la personalidades más eminentes del Colegio cardenalicio, era un sacerdote muy apreciado por san Juan Pablo II, que lo nombró obispo con sólo 34 años. Hasta ahora había sido Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum.

El cardenal Sarah, que siempre ha respondido con generosidad a las invitaciones, en particular, cuando se trata de predicar retiros sacerdotales, había causado una fuerte impresión en 2011 con la homilía pronunciada durante las ordenaciones conferidas a la Comunidad Saint-Martin (comunidad francesa nacida con la bendición del cardenal Siri, que celebra el Novus Ordo siguiendo las instrucciones generales del misal romano): «Ya no hay referencias morales comunes. No se sabe qué es malo y qué es bueno. [...] Lo grave no es equivocarse; es transformar el error en regla de vida. […] Si tenemos miedo de proclamar la verdad del Evangelio, si tenemos vergüenza de denunciar las graves desviaciones en el ámbito de la moral, si nos acomodamos a este mundo de relajación de las costumbres y de relativismo religioso y ético, si tenemos miedo de denunciar con energía las leyes abominables sobre la nueva ética mundial, sobre el matrimonio, la familia en todas sus formas, el aborto, leyes en oposición total a las leyes de la naturaleza y de Dios, y que las naciones y las culturas occidentales promueven e imponen gracias a los medios de comunicación y a sus poderes económicos, entonces las palabras proféticas de Ezequiel caerán sobre nosotros como un grave reproche divino».

Para saludar la llegada del cardenal, hemos pedido a algunas personalidades cuya su adhesión a una mayor dignidad y solemnidad de la liturgia católica es conocida, su opinión sobre dicho nombramiento. Los consultados son Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Santa María de Astana, defensor de la forma de comulgar tradicional, en la boca y de rodillas, don Nicola Bux, gran vulgarizador de la «reforma de la reforma» querida por Benedicto XVI, Joseph Shaw, presidente de la Latin Mass Society inglesa, profesor de Oxford y padre de seis hijos, y Giuseppe Capoccia, delegado general del Cœtus Internationalis Summorum Pontificum, organizador de la peregrinación del pueblo Summorum Pontificum en Roma.

¡Les deseamos una buena lectura y una santa y feliz Navidad!


La víspera de su nombramiento, el cardenal Sarah fue a escuchar y saludar al cardenal Burke durante la presentación de las actas del coloquio Sacra Liturgia de Mons. Rey, obispo de Fréjus-Toulon (Francia).


I – LA REACCIÓN DE MONS. SCHNEIDER

Mons. Schneider tuvo la amabilidad de responder desde Brasil donde presentaba la edición en portugués de Corpus Christi, su libro sobre la «Comunión en la mano en el centro de la crisis de la Iglesia».

«El Card. Sarah ha visitado Kazajstán. Durante dichas visitas, fui su intérprete de ruso, por lo que tuve la oportunidad de tratarlo de cerca. He visto a un hombre de Dios, con una gran vida interior, un hombre simple y digno, de una auténtica humildad. Sus sermones y sus palabras combinaban claridad conceptual, precisión doctrinal y profundidad espiritual. El ejemplo dado por el cardenal me resultó edificante.

Espero que [al frente de la Congregación para el Culto Divino] el cardenal Sarah pueda contribuir de modo eficaz a la verdadera renovación de la vida litúrgica de la Iglesia siguiendo la divisa de san Juan Pablo II:
¡Duc in altum! Es decir que lleve la práctica de la liturgia a las cumbres de la sacralidad».

+ Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Santa María de Astana


II – LA REACCIÓN DE DON NICOLA BUX

«El hombre que reza es el hombre por excelencia. El culto es el acto más grande que podamos llevar a cabo puesto que nos une con nuestro origen, con Aquél que es el creador y salvador del hombre. El culto católico sufre actualmente un desequilibrio entre su forma comunitaria, incrementada de manera desmesurada después del concilio, y su forma personal, reducida a la nada justamente por este exceso de comunitarismo que ahoga toda participación piadosa. Éste es uno de los problemas que el cardenal Sarah deberá afrontar como Prefecto del Culto Divino. [...]

El culto sirve para poner al hombre en presencia de Dios, es su misión: permitir el encuentro con Dios, encuentro que no resulta en absoluto evidente en nuestra época, marcada por la descristianización. La reacción de Pedro, que exclama: "Aléjate de mí, porque soy un pobre pecador", nos muestra claramente que la presencia divina está próxima de nosotros y, a la vez, nos supera. La liturgia es sagrada porque nos pone en presencia de Dios. Ahora bien, como ha escrito Benedicto XVI, esta dimensión sagrada parece haber desaparecido, reemplazada por una liturgia espectáculo –
liturtainment como se la llama en Estados Unidos– que impulsa a muchos fieles, en especial a los jóvenes, a volverse hacia la majestad del rito bizantino o la sobriedad de la liturgia romana tradicional para reencontrar el sentido del misterio. Numerosos son los obispos conscientes de este fenómeno que señala un cambio de generación y alimenta un nuevo movimiento litúrgico, que la Congregación para el Culto Divino debe y deberá tomar cada vez más en cuenta».

Don Nicola Bux, consultor de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos


III – LA REACCIÓN DE JOSEPH SHAW (LATIN MASS SOCIETY)

Presidente de Latin Mass Society, una verdadera institución dentro del panorama católico británico, Joseph Shaw es el prolífico inspirador de las "notas de principio" de la Federación Internacional Una Voce. En su respuesta, nos explica la tarea que aguarda al cardenal Sarah como prefecto del Culto Divino.

«Con Pablo VI y san Juan Pablo II, la Congregación para el Culto Divino emitió una serie de condenas de abusos litúrgicos, pero dejó pasar otros, como la comunión en la mano o el recurso a las niñas como monaguillos. Los partidarios del respeto por las normas litúrgicas tenían la misión imposible de defender una serie de reglas repentina y universalmente despreciadas, conscientes de que la Congregación podía decidir dejarlas de lado en cualquier momento.

Con Benedicto XVI ha emergido un nuevo fenómeno: una generación de sacerdotes y obispos que, muchas veces bajo el influjo de la misa tradicional, además de combatir los abusos, anhelaba devolver la sacralidad a la liturgia. Este amplio movimiento pronto se enfrentó a los límites impuestos por la forma ordinaria. Pienso, por ejemplo, en la recitación silenciosa del Canon, vivamente aconsejada por el cardenal Ratzinger en
El Espíritu de la Liturgia y deseada por muchos sacerdotes, pero que la liturgia reformada no prescribe.

Con el advenimiento del papa Francisco, los restauradores no han desaparecido y es difícil negar la existencia de una dinámica que busca tanto acrecentar el sentido de lo sagrado en la forma ordinaria como la disponibilidad de la forma extraordinaria. El cardenal Sarah se encuentra ante el problema de saber cómo estimular y guiar este proyecto sin encender la guerra litúrgica en las parroquias
».

Joseph Shaw, Latin Mass Society


IV – LA REACCIÓN DE GIUSEPPE CAPOCCIA (COETUS INTERNATIONALIS SUMMORUM PONTIFICUM)

Contrariamente a la información de muchos medios (incluido Vatican Insider, el principal sitio vaticanista del mundo), en la última peregrinación Summorum Pontificum no hubo un encuentro entre el cardenal Sarah y los sacerdotes. No obstante, nos pareció oportuno preguntar a Giuseppe Capoccia, delegado general de la peregrinación, cuál había sido el motivo que había impulsado al CISP a tomar contacto con él.

«Lamentablemente no conozco al cardenal Sarah. En fin, no todavía, dado que tendré la oportunidad, por cierto, de presentarle nuestras actividades y de solicitarle su bendición. Hubiéramos querido que los sacerdotes y seminaristas de la peregrinación hubieran podido reunirse con él por dos razones: en primer lugar, porque estaba al frente de Cor Unum, el organismo que maneja las obras de caridad internacional del Santo Padre y que, por tanto, está en primera línea en el apoyo a las comunidades católicas martirizadas de Medio Oriente; en segundo lugar, porque sabíamos que es un hombre de profunda fe, convencido de que la mejor prenda de unidad de la Iglesia es la unión íntima de cada católico con Dios. Ahora bien, esta unión íntima con Dios se alimenta con la oración privada y pública de los fieles, en ambas formas del rito romano. En tal sentido, estamos agradecidos al papa por este nombramiento que debiera permitirnos avanzar aún más en el camino de la paz y la reconciliación desbrozado por Juan Pablo II, claramente señalado por Benedicto XVI y confirmado hoy por Francisco».

Giuseppe Capoccia, CISP


V – LAS REFLEXIONES DE PAIX LITURGIQUE

1) Primer papa cuya vida sacerdotal y litúrgica ha transcurrido por entero bajo el signo de la liturgia reformada, Francisco carece, en materia de celebración del culto divino, de la cultura y de la sensibilidad de sus predecesores, en particular, de Benedicto XVI. El nombramiento del sucesor del cardenal Cañizares para el puesto de «ministro de liturgia» del papa era esperado con interés tanto por los conservadores como por los modernos. El Santo Padre ha elegido la paz, la continuidad y la competencia: la paz y la continuidad dado que el cardenal Sarah era el sucesor deseado por el cardenal Cañizares; la competencia, puesto que, como demuestra el sermón citado más arriba, que pronunció ante la Comunidad Saint-Martin en 2011, el nuevo Prefecto para el Culto Divino está íntimamente compenetrado con el misterio eucarístico.

2) Cabe señalar que ya otro cardenal africano, el cardenal nigeriano Arinze, ejerció las funciones de Prefecto de la Congregación para el Culto Divino (sucedió al cardenal Medina y precedió al cardenal Cañizares). También él era conocido por ser partidario, no de una reforma de la reforma, sino de una celebración digna de la liturgia reformada y de su cohabitación armoniosa con la forma extraordinaria. Otorgaba gran importancia a la calidad de las traducciones en lengua vernácula y fue el promotor de la revisión de la mayoría de las traducciones litúrgicas con un sentido más conforme con la tradición y el dogma.

3) «Usted será un gran obispo africano, como San Agustín, si es un hombre de Dios, un místico y un amigo de Dios, aquél que está permanentemente ante Dios con una actitud de amor filial, de adoración, de contemplación, de cara a cara con Dios, como Moisés. ¿Qué es un obispo, sino un amigo de Dios? Su corazón está totalmente unido al corazón de Dios. Su ser, su vida, su trabajo, sus proyectos sólo tienen sentido y consistencia en Dios. Vive por Dios, para Dios y en Dios. El obispo es, en verdad, el amigo de Dios. Debe conducir al pueblo cristiano en los senderos del tiempo y en su peregrinación hacia la eternidad. Debe conducir a todas las almas de buena voluntad a hacer la experiencia de Dios y a vivir plena e intensamente una auténtica amistad con Él». Estas líneas, extraídas de la homilía pronunciada por el cardenal, entonces Secretario de la Congregación Propaganda Fide, en la ordenación episcopal de un obispo camerunés en 2008, ilustran perfectamente la opinión sobre el cardenal Sarah de Mons. Schneider y de todos aquellos que lo conocen. Confiamos en que, frente a los desafíos señalados por don Nicola Bux y Joseph Shaw en sus comentarios, la profundidad espiritual y la claridad de expresión del cardenal serán ventajas importantes. En efecto, a partir de la reforma conciliar, los prefectos del Culto Divino han defendido la santidad de la liturgia católica más con el ejemplo personal que con la autoridad de su dicasterio.

4) Según los diversos ecos que nos han llegado sobre el cardenal Sarah, la espiritualidad benedictina pareciera ejercer una influencia capital en él. Cuando era arzobispo de Conakry, Mons. Sarah había permitido la fundación de la abadía Sainte-Croix-de-Friguiagbé, hija de Sainte-Marie-de-Maumont (Francia), y querido la fundación de una hija de Keur-Moussa (Senegal), Saint-Joseph-de-Séguéya. Conocido por su amistad con Solesmes, el cardenal es un fino conocedor del canto gregoriano, una cualidad bienvenida en un Prefecto del Culto Divino.

5) Recemos, pues, para que el cardenal Sarah, hombre de escucha y equilibrio, nos permita, como lo desea Giuseppe Capoccia: «avanzar aún más en el camino de la paz y la reconciliación».